Es un hecho que los beneficios del ejercicio son muchos: alivia la diabetes, fortalece la masa muscular, contribuye a reducir la grasa corporal, y muchos más. ¿Sabías que el ejercicio también tiene un efecto positivo en la salud mental? Desafortunadamente, muchas personas no le dan la importancia que merece. Permíteme compartir algunos beneficios que el ejercicio tiene para la salud mental.
Alivia la depresión
El ejercicio tiene el potencial de cambiar tu actitud y ayudarte en la lucha contra la depresión. Promueve cambios importantes en el cerebro: reduce la inflamación, promueve una sensación de calma y bienestar, y libera endorfinas. Hay estudios que indican que el ejercicio puede tratar una depresión leve o moderada con la misma eficacia que los medicamentos antidepresivos, pero sin los efectos secundarios que los medicamentos pueden causar. En un estudio realizado por Harvard T. H. Chan School of Public Health, descubrieron que el simple hábito de correr durante quince minutos o caminar durante una hora cada día reduce el riesgo de depresión en un 26 por ciento. Además, encontraron que mantener una rutina de ejercicio regular puede evitar recaídas.
El ejercicio es un regalo. A través de mi experiencia como preparador físico, he notado que las personas que hacen actividad física regularmente tiene una mejor actitud hacia la vida, mejor rendimiento para las responsabilidades y mayor relajación. Te animo a que, si no estás ejercitando tu cuerpo, comiences hoy mismo.
Reduce el estrés
¿Recuerdas la última vez que estuviste muy estresado? ¿Cuál fue tu estado mental? ¿Sentías tensión en el cuello, los hombros, el rostro? El estrés afecta todo el cuerpo. Además, te roba el sueño, una de las bendiciones que Dios dejó para nuestro rejuvenecimiento y descanso. Satanás quiere robar tu felicidad, y una de las maneras que utiliza es a través del estrés.
Las buenas noticias son que al hacer ejercicio, el cerebro libera endorfinas que producen un sentimiento de alegría, y más ánimo. La actividad física contribuye a relajar los músculos, y así a romper el ciclo del estrés. Elige cualquier ejercicio que te guste y que puedas practicar de manera regular. Con solo media hora por día experimentarás una sensación maravillosa en tu cuerpo. Si es posible, invita a alguien más. El ejercicio en grupo es muy bueno y puede ser más divertido.
Si en este momento estás experimentando depresión o estrés en tu vida, no te rindas; el ejercicio puede ser una excelente opción para que ese ciclo se rompa hoy. Desde el Edén Dios nos hizo para movernos. “Tomó, pues, Jehová Dios al hombre, y lo puso en el huerto de Edén, para que lo labrara y lo guardase” (Génesis 2:15). Levanta la cabeza; ¡tu presente no es tu destino! Jesús vino para que tengas vida y la tengas en abundancia (S. Juan 10:10). Hoy es tiempo de ejercitar el cuerpo. Haz tu parte, que lo demás le toca a Dios. Experimenta la bendición que Dios tiene para ti a través del ejercicio.
El autor es nutricionista y entrenador personal. Escribe desde Seattle, Washington.
