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La juventud debería ser la etapa de la vida caracterizada por la salud y el vigor, pero muchos jóvenes no tienen estos beneficios. Según la Organización Mundial de la Salud, los problemas más importantes que afectan o perjudican la salud de la juventud son: el consumo de alcohol, el tabaquismo, las adicciones a sustancias nocivas y la obesidad por falta de ejercicio físico. Hay también problemas de salud mental que afectan a los jóvenes, especialmente la depresión y los pensamientos suicidas. Las alarmas están sonando. Para contribuir a apagarlas, te presento estos cuatro pasos hacia una juventud saludable.

El ejercicio físico

Muchos son los beneficios del ejercicio físico. Los estudios indican que la práctica de la actividad física regular en la infancia y la adolescencia mejora la resistencia y la fuerza y fortalece los huesos y los músculos. También ayuda a controlar el peso y reduce la ansiedad y el estrés. Si te ejercitas durante treinta minutos al día, de tres a cinco veces por semana, tendrás un mejor desarrollo físico y mental.

La nutrición

Para que tu organismo esté en óptimas condiciones, debes nutrirlo lo mejor que puedas: con frutas, verduras, granos, leguminosos, y las grasas esenciales que se encuentran en las almendras, las nueces y la semilla de linaza. Procura desayunar, almorzar y cenar sanamente. Pero no comas siempre lo mismo. Abundan los alimentos nutritivos. Disfruta de la comida sana, variada.

Las relaciones sociales

Hoy en día los jóvenes tienen amigos y compañeros con quienes comparten tiempo, pero sus interacciones sociales muy a menudo se limitan al contacto mediante las redes sociales. Cultiva tus relaciones personales, y cuida tus relaciones virtuales. No envíes ninguna información ni imágenes que puedan avergonzarte ni avergonzar a nadie más. Construye y mantén una reputación positiva en línea. No divulgues tu información personal. No pases tiempo con personas negativas, peligrosas ni dañinas, ni en persona ni en línea; más bien busca relaciones que te estimulen a ser una mejor persona: más feliz, más motivada, más estudiosa, más responsable, más honesta.

La relación con Jesús

Jesús te ama; él quiere verte sano y feliz. Habla con él a toda hora. El sabio Salomón recomienda: “Acuérdate de tu Creador en los días de tu juventud, antes que vengan los días malos, y lleguen los años de los cuales digas: No tengo en ellos contentamiento” (Eclesiastés 12:1).

Procura honrar a Dios con tu cuerpo. Haz ejercicio físico, aliméntate bien y busca a Dios. Él quiere ayudarte a alcanzar tus sueños, por eso te dice hoy: “Yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él, y cenaré con él, y él conmigo (Apocalipsis 3:20).

Recíbelo, y serás vigoroso y feliz.

El autor es nutricionista y entrenador personal. Escribe desde Seattle, Washington.

3 hábitos de los jóvenes saludables

por Oscar Santana
  
Tomado de El Centinela®
de Agosto 2023