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Una de nuestras prácticas más frecuentes debería ser agradecer a Dios por sus bendiciones. Lamentablemente, muchos de nosotros no agradecemos cada día por estar vivos y por todo lo que tenemos.

La palabra gratitud se deriva de la palabra latina gratia, que significa gracia. En la Biblia, mi libro favorito, el apóstol Pablo exhorta: “Dad gracias en todo, porque esta es la voluntad de Dios para con vosotros en Cristo Jesús” (1 Tesalonicenses 5:18). Si la Palabra de Dios lo dice, yo lo creo. ¿Te has preguntado qué pasa con nuestro cuerpo cuando vivimos agradecidos? Consideremos estos tres beneficios de la gratitud:

1 Mejora la salud física

Según un estudio publicado en 2013 en la revista Personality and Individual Differences [Personalidad y diferencias individuales], las personas agradecidas gozan de mejor salud y sienten menos molestias y dolores que las ingratas. También, las personas agradecidas se esmeran más en el cuidado de su salud. Realizan sus exámenes médicos con más regularidad, no porque estén enfermos, sino porque demuestran una mejor conciencia de sí mismas, y se preocupan por mantenerse saludables.1

2 Mejora el sueóo

¡Qué maravilloso es poder levantarse de maóana con energía y una buena actitud! Esto se debe a un buen descanso nocturno. En un estudio publicado en 2009 en el Journal of Psychosomatic Research [Revista de investigación psicosomática] encontraron que los que expresaban gratitud con más frecuencia dormían más tiempo y descansaban mejor que quienes no lo hacían.2 ¿Quieres dormir mejor? Pronuncia la palabra “gracias” más a menudo y descansarás mejor. Es durante el descanso cuando tu cuerpo se recupera y se fortalece tu sistema inmunitario.

3 Mejora la estima propia

Diversas investigaciones han revelado que los atletas que son más agradecidos tienen una mejor estima propia, con lo que su desempeóo mejora. En mi experiencia como preparador físico de atletas lo he observado muchas veces. Los atletas que agradecían por tener en el equipo un jugador mejor que ellos, jugaban mejor que los que reaccionaban con envidia. Sus actitudes eran más saludables. Esto no solo se aplica a los atletas sino a todo aquel que desea mejorar su estima propia.

Estos tres beneficios que el cuerpo experimenta a causa de la gratitud son muy importantes. Si quieres mejorar tu salud física, dormir mejor y mejorar tu estima propia, solo tienes que ser agradecido. Pero abunda la gente que en vez de agradecer vive quejándose. Si se te dificulta expresar tu gratitud, pídele a Dios que te induzca a ser más agradecido porque quieres ser un canal de alegría para el mundo. Solo tienes que aceptar el llamado de Dios. Que no pase este día sin decirle a alguien cuán agradecido estás por tenerlo cerca.

1. Patrick L. Hill, et al, “Examining the pathways between gratitude and self-rated physical health across adulthood,” Personality and Individual Differences, tomo 54, número 1, enero 2018, pp. 92-96, en: https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S0191886912004011.

2. Alex M. Wood, et al, “Gratitude influences sleep through the mechanism of pre-sleep cognitions,” Journal of Psychosomatic Research, tomo 66, pp. 43-48, 2009, en: https://greatergood.berkeley.edu/images/application_uploads/Wood-GratitudeSleep.pdf.

El autor es nutricionista y entrenador personal. Escribe desde Seattle, Washington.

Muévete

por Columna regular
  
Tomado de El Centinela®
de Noviembre 2018