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La tragedia golpeó sin previo aviso. La nación quedó conmocionada. La noche del 17 de junio de 2015, la paz fue interrumpida en la Iglesia Metodista Episcopal en Charleston, Carolina del Sur. Dylann Roof había matado a nueve personas.

Dylan fue arrestado. Durante la primera audiencia judicial los familiares de las víctimas estaban presentes en la corte para enfrentar al criminal, y sucedió lo inesperado. Ethel Lance, de 21 años de edad, con voz trémula pero con firme determinación le dijo al asesino de su madre: “Te perdono”

Los demás familiares también le ofrecieron su perdón al asesino, y lo invitaron a buscar el perdón de Dios. Tenían derecho a exigir justicia, pero decidieron perdonar

Beneficios del perdón

Este insólito acto de nobleza no justifica la conducta del ofensor, pero sí evita que el acto criminal siga destruyendo a los demás. Porque el rencor, el odio y el deseo de venganza son como rejas y grilletes que atentan contra la libertad y cancelan la felicidad

Es más fácil odiar que perdonar, pero el que perdona puede ser feliz. Si te ofenden alguna vez, apresúrate a perdonar para que no te pudras en la celda de la amargura. Si lo que quieres es vengarte, echa mano del perdón. Así pensaba Henri Lacordaire al decir: “¿Quieres ser feliz un momento? Véngate. ¿Quieres ser feliz toda la vida? Perdona”. Hay sabiduría en el refrán que dice: “Sé como el sándalo que perfuma el hacha que lo hiere”.

Pasos para perdonar

Estos son algunos pasos para poder perdonar:

  1. Decide perdonar: Al perdonar, la persona que más va a beneficiarse eres tú
  2. Expresa tu dolor: Encuentra a una persona de confianza con quien te puedas desahogar y exprésale tu quebranto. Procura identificar lo que más te duele de la ofensa
  3. Comienza a sanar: La decisión de perdonar a quien te ofendió es un evento; lo puedes decidir hoy mismo. Encontrar la paz es un proceso. En este camino, tu mejor amigo es el tiempo, y tu mejor amiga es la paciencia
  4. Descansa en Jesús: Deposita en él tu carga y reconcíliate con la paz (ver S. Mateo 11:28)
  5. No intentes vengarte: Encomienda a Dios tu causa y deja que él administre la justicia (ver Romanos 12:19)
  6. Ora por la persona que te ofendió: Esta práctica sanará tu alma herida (ver S. Mateo 5:44)

La salud y el perdón

De acuerdo con la Clínica Mayo, el acto de perdonar trae consigo sanidad física y mental. Alivia la ansiedad y el estrés, mantiene baja la presión sanguínea, disminuye el riesgo de depresión y ataques al corazón y mejora el sistema inmunitario.1 El dolor de espalda, los problemas estomacales y los dolores de cabeza tienden a desaparecer cuando nos atrevemos a perdonar. La eliminación de emociones negativas tiene un impacto positivo sobre la salud en general

La Biblia y el perdón

La cualidad básica de la práctica de la fe cristiana es el amor. El apóstol Juan define la validez de nuestro amor a Dios en base a la actitud hacia nuestro prójimo. “Si alguno dice: Yo amo a Dios, y aborrece a su hermano, es mentiroso. Pues el que no ama a su hermano a quien ha visto, ¿cómo puede amar a Dios a quien no ha visto?” (1 Juan 4:20). Esta declaración no toma en cuenta la conducta de las personas; más bien ordena amar

A diferencia de la práctica y la enseñanza de su tiempo, Jesús estableció una nueva forma de manejar los conflictos en las relaciones interpersonales cuando dijo: “Pero yo os digo: Amad a vuestros enemigos, bendecid a los que os maldicen, haced bien a los que os aborrecen, y orad por los que os ultrajan y os persiguen” (S. Mateo 5:44). Con este mandamiento Jesús estaba pensando en beneficiar primero a la persona ofendida, y luego al ofensor.

Jesús y el perdón

Las palabras del Crucificado sorprendieron a los espectadores. En contraste con la actitud de los malhechores crucificados a su lado, que maldecían a los soldados que los mataban, Jesús mostró un espíritu diferente, y en su agonía intercedió por quienes lo herían y ultrajaban: “Y Jesús decía: Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen” (S. Lucas 23:34). Jesús es nuestro modelo de perdón. Si en este momento aún sientes lacerado tu corazón ultrajado, pídele a Dios que te ayude a perdonar como lo hizo Jesús

El perdón de Dios

“Dios es amor” (1 Juan 4:8), declaran las Escrituras. Una de las características distintivas de Dios es su misericordia y su disposición de perdonar al pecador. “Yo, yo soy el que borro tus rebeliones por amor de mí mismo, y no me acordaré de tus pecados” (Isaías 43:25). Su invitación es un reflejo de su amor: “Venid luego, dice Jehová, y estemos a cuenta: si vuestros pecados fueren como la grana, como la nieve serán emblanquecidos; si fueren rojos como el carmesí, vendrán a ser como blanca lana” (Isaías 1:18). Libérate hoy de la culpa, confiesa tu pecado a Dios, y disfruta de su perdón

Conclusión

La vida es demasiado corta como para gastarla en resentimientos, odio y amargura. Te invito a perdonar a quienes te hayan ofendido. Benjamín Franklin dijo: “Herir te hace menos que tu enemigo, la venganza te hace igual, pero el perdonar te hace grande”.2 Y San Pablo recomendó: “Quítense de vosotros toda amargura, enojo, ira, gritería y maledicencia, y toda malicia. Antes sed benignos unos con otros, misericordiosos, perdonándoos unos a otros, como Dios también os perdonó a vosotros en Cristo” (Efesios 4:31, 32).

¡Sé feliz! ¡Decide perdonar!


1. www.mayoclinic.org/healthy-lifestyle/adult-health/in-depth/forgiveness/ art-20047692.
2. Fred Luskin, Perdonar es sanar, Editorial Rayo, 2006, p. 197.

Decide perdonar

por Yohalmo Saravia
  
Tomado de El Centinela®
de Enero 2016